Una imagen torcida, oscura, con el personaje central desenfocado y cortado... ¿Por qué a veces buscamos esas fotos? Y lo que es peor, ¿por qué a veces las encontramos?
Si uno se encuentra con una pared blanca en la que se refleja la potente luz de mediodía, cómo va a resistirse a convertir en silueta al hombre del teléfono.
La orilla del río es un buen lugar para esperar y encontrarse, para estar y mirarse. El fotógrafo no sabe lo que la corriente les trae, ni lo que la corriente se lleva; no sabe lo que el agua les dice, ni lo que el agua se calla. No sabe lo que miran, lo que sueñan… Simplemente se asomó, miró hacia abajo, le gustó la escena y disparó su cámara.
Son pequeñas joyas deformes, tesoros fuera de norma con el destello de los rótulos de una ciudad gris y decadente. Pura magia.
ResponderEliminar¿Será el equivalente a "la arruga es bella", de Adolfo Domínguez?
EliminarMe gusta! porque aunque no se vea nada definido, el cartel central del bar queda muy destacado, parece todo un montaje intencionado (Amparo)
ResponderEliminarCuando ves la foto, disparas, miras el resultado y la foto está ahí, en tu cámara... No sé, mola
Eliminar