A veces esperar da frutos
Me gusta hacer fotos cuando se acerca el mediodía. La luz es dura, satura los colores y crea sombras duras y profundas. Con esas condiciones me sitúo ante un fondo que me parece interesante. Mido a la luz para oscurecer las sombras, encuadro y espero. Miro a un lado, miro al otro y los veo venir a lo lejos. Un chico y una chica se acercan en bicicleta. Con ella no hay suerte. Se ha metido en la zona iluminada y el contraste se esfuma tan deprisa como ha pasado delante de mí. Parece que el chico se mantiene en la zona de sombra. Aparece en el visor y aprieto el disparador. Me parece que esta vez, la espera ha dado algún fruto.