Un viajero, una puerta y una maleta. Una escena abierta a múltiples incógnitas. Pero cuando vas caminando por la calle y te encuentras con una foto, no te entretienes en resolver acertijos. Solo ves la luz, el color, la situación… Transcurren los días, observas las fotos en tu casa y entonces surgen las preguntas. ¿Ese hombre inicia o termina su viaje? ¿Qué llevará en esa maleta? ¿Será pesada? Desde luego, tendrá que cargar con ella porque no tiene ruedas. Y como ya no tienes prisa para que la situación no se esfume, te puedes entretener imaginando respuestas y todo se va concretando: ese hombre se llama Lucas y su maleta…