Lo importante es estar
Una mañana, el fotógrafo camina por la calle. Hacia el trabajo, por ejemplo. No es más temprano que otros días, pero hay menos gente de lo habitual. De repente, comienza a escucharse ese traqueteo inconfundible. Mira hacia su derecha y ve a alguien que se acerca transportando una maleta de viaje. Enseguida piensa en una foto. Mira a su alrededor y encuentra un escenario que le parece interesante. Se detiene un instante, prepara su cámara y al poco entra en escena la mujer con la maleta. Hace la toma mientras tal vez se pregunte, si a esas horas tan tempranas, la mujer irá a algún sitio o vendrá de algún lugar. Ir o venir... Da igual. Para el fotógrafo callejero, lo importante es estar.
Una bonita historia que avala a esta magnífica fotografía. La mujer que entra en esa repetición de patrones que son las columnas de los soportales y que nos adentran en un escenario desconocido pero que se intuye a la perfección por ese pequeño espacio que da salida a la mirada y nos deja ver lo que parece una plaza. Inmensa nocturna.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tu comentario, Luis. Otro abrazo.
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