Si uno se encuentra con una pared blanca en la que se refleja la potente luz de mediodía, cómo va a resistirse a convertir en silueta al hombre del teléfono.
Resuelta como te gusta, con altos contrastes, el contrapicado es otro factor que añade interés, el resultado se me antoja con un toque surrealista muy interesante
Creo que fue Garry Winogrand, quien dijo que no se debe confundir la fotografía con el objeto fotografiado. No es infrecuente reclamar de la fotografía un papel de notario de la realidad. Esto debe ser así, en disciplinas como el fotoperiodismo, por ejemplo, pero no es extensible al conjunto de la fotografía como lenguaje y medio de expresión. Una cámara fotográfica tiene la capacidad de registrar lo que hay delante de ella, pero el simple hecho de apretar el disparador, ya supone cierta abstracción de lo fotografiado. Una fotografía es una representación de la realidad, y como tal, está abierta a la interpretación subjetiva del fotógrafo. Así, puede ocurrir, que una imagen que el fotógrafo ve como la cruz del sur, en realidad no sea una cruz, ni esté en el sur.
Hace unos días leía en un blog amigo (www.fotosqueimportan.com), que "todo sucede en la calle, el pulso de la vida, las emociones..." No descarto que esa sea la razón por la que he reparado en esta foto al repasar mi archivo. No puedo estar más de acuerdo. La calle contiene el pulso de la vida. Seguramente sea por eso por lo que, cuando salimos con la cámara a la calle, dirigimos nuestro objetivo hacia la gente. Quizás todo es una ilusión, un vano intento de atrapar ese "pulso de la vida" en un rectángulo de dos por tres. Y si te encuentras con algo que altera el habitual discurrir de la ciudad, por ejemplo, unas estudiantes de bellas artes dibujando un monumento, preparas la máquina de atrapar momentos, porque sabes que se producirán interacciones que no se darían si no estuvieran ellas. Si tengo que elegir entre un monumento y una escena callejera, elijo sin dudarlo la segunda. Los monumentos están, pero las cosas suceden. Y me interesa, sobre todo, lo que suced...
Cierto más que ofrecer resistencia ante tal oportunidad lo que hay que hacer es buscar la mejor posición y disparar. Abrazo
ResponderEliminarOtro abrazo, Luis.
EliminarIndudable
ResponderEliminarTodos tenemos nuestras debilidades. Gracias, Joaquín.
EliminarMe resulta una imagen inquietante: una oscura figura en primer plano, potenciada por ese contrapicado y contrastada por la pared blanca (soy Amparo)
ResponderEliminarMe gusta mucho
EliminarLo bueno de la fotografía, es que siempre está abierta a la interpretación de quién la mira.
EliminarAh! Gracias.
EliminarResuelta como te gusta, con altos contrastes, el contrapicado es otro factor que añade interés, el resultado se me antoja con un toque surrealista muy interesante
ResponderEliminarYa se dice que la cabra, siempre tira al monte. Uno tiene sus querencias y sus debilidades. Me gusta eso del toque surrealista.
EliminarME GUSTAS CUANDO CALLAS Y ESTAS COMO DISTANTE Y TE MIRO DE CERCA Y LA LUZ SE TE AGRANDA
ResponderEliminarPARECES UNA FOTO TOMADA DE LEJOS MIENTRAS LA LLOVIZNA ME MOJA LAS BRAGAS
ResponderEliminarnO SACO FOTOS ESO ERA ANTES AHORA ME RIO SOLA EN EL INSTANTE
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