Decía Leonard Freed que ninguna foto debería ser absolutamente perfecta, porque eso la mataría. Yo no busco la perfección, solo el reflejo de una ventana en el espejo.
Buscar la perfección es un error ya que ésta no existe. Lograr aproximarse a ella sin pretenderlo es mucho más inteligente y desde luego mucho más placentero. Una fotografía preciosa y un monocromo espectacular. Abrazo
Hace unos días, revisitaba las fotos de Nikos Economopoulos y me encontré con esta frase: "Uno no puede esconderse de su propia cámara." Quizás, Economopoulos quiso decir con esto, que cuando capturamos imágenes estamos desvelando algo de nosotros mismos, que no podemos ocultar nuestra manera de mirar. La frase me hizo pensar en esta foto. Tal vez porque siempre tengo un horizonte al que mirar, aunque el mundo cada vez lo ponga más difícil. Así que, sí, no puedo esconderme de mi propia cámara. Ya lo dijo Nikos.
No sé si está bien o mal, pero no suelo hablar de las sensaciones que mis fotos me producen. Tal vez para no condicionar la mirada de nadie. En esta ocasión voy a hacer una excepción. Esta foto me produce mucha tranquilidad. El equilibrio de la composición, la paleta de colores… pero sobre todo el hombre de la imagen. Que alguien espere a que empiece a caer la noche, coja sus cañas, lance su cebo al mar y se siente a esperar a que algo pique, me parece un contagioso ejercicio de serenidad. Cuando hago fotos no busco ningún resultado en particular, simplemente disfruto del hecho de fotografiar. ¿A él le pasará igual? ¿Acudirá a la playa con sus cañas sin esperar ningún resultado en particular? ¿Le bastará con estar ahí, sentado frente al mar, contemplando el horizonte mientras espera? Bueno, creo que esa no es una mala forma de disfrutar.
Dice Joel Meyerowitz, que expresarse a través de la fotografía es una forma de mirar el mundo y ver las piezas que te conectan con él. Dice, que la fotografía va de responder a las cosas que llaman tu atención y establecer una conexión con ellas. Pongamos que es diciembre y que piensas que un mercado navideño te puede ofrecer algún motivo fotográfico interesante. Vas paseando y observas algo que llama tu atención. Sí, parece que hay conexión. Disparas. Algunos días después, revisas las fotos en casa y aparece el motivo de la conexión: la niñez y sus inmediaciones. Miras ese montón de "rosquillas" coloradas y dices: ¡Ojalá hubiese tenido un montón de deslizadores hinchables en mi infancia! ¡Aunque no hubiesen sido rojos!
Buscar la perfección es un error ya que ésta no existe. Lograr aproximarse a ella sin pretenderlo es mucho más inteligente y desde luego mucho más placentero.
ResponderEliminarUna fotografía preciosa y un monocromo espectacular.
Abrazo
Muchas gracias, Luis.
EliminarMe encanta la foto y creo que es un acierto que muestres casi toda la estancia a través del reflejo en el espejo.
ResponderEliminarEn un salón vacío, ¿que mejor se puede hacer que llenarlo con un reflejo?
EliminarsIN LUGAR A DUDAS ERES DIFERENTE
ResponderEliminarTodo el mundo tiene su visión única de las cosas. Gracias por comentar.
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