¿Qué hace que una escena cotidiana (alguien que lee la carta en la puerta de un restaurante, por ejemplo) se convierta en algo atractivo para el fotógrafo? ¿Será el color?
Claro, esa combinación de los azules de las sillas y el rojo de la chaqueta y fachada… y luego está esa diagonal sutil que procura la división de los colores. Buena
Si uno se encuentra con una pared blanca en la que se refleja la potente luz de mediodía, cómo va a resistirse a convertir en silueta al hombre del teléfono.
Pienso que, si veo una silla en un rincón, con una luz intensa que entra en la escena por la izquierda, puede ser una buena idea hacerle una foto. Pienso que, ya que tengo una escena como esta, puede ser una buena idea ponerle como nombre, el rincón de pensar. Y ya que tengo un rincón de pensar, pienso que es mucha la gente que tendría que pasar por él. (A mí al menos, se me ocurren bastantes nombres para sentar en esa silla). Y pienso que, ya que tengo una silla y un rincón, puede ser una buena idea parafrasear los famosos versos de Becquer “Del salón en el ángulo rincón oscuro, de su dueño del pensador tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo, veíase el arpa la silla”
Hace unos días leía en un blog amigo (www.fotosqueimportan.com), que "todo sucede en la calle, el pulso de la vida, las emociones..." No descarto que esa sea la razón por la que he reparado en esta foto al repasar mi archivo. No puedo estar más de acuerdo. La calle contiene el pulso de la vida. Seguramente sea por eso por lo que, cuando salimos con la cámara a la calle, dirigimos nuestro objetivo hacia la gente. Quizás todo es una ilusión, un vano intento de atrapar ese "pulso de la vida" en un rectángulo de dos por tres. Y si te encuentras con algo que altera el habitual discurrir de la ciudad, por ejemplo, unas estudiantes de bellas artes dibujando un monumento, preparas la máquina de atrapar momentos, porque sabes que se producirán interacciones que no se darían si no estuvieran ellas. Si tengo que elegir entre un monumento y una escena callejera, elijo sin dudarlo la segunda. Los monumentos están, pero las cosas suceden. Y me interesa, sobre todo, lo que suced
Será! Es que el rojo, además, no es cualquier color!
ResponderEliminarY tanto. Por eso siempre hay que perseguirlo cuando vas con una cámara en la mano.
ResponderEliminarNo lo dudes, muy chula (Amparo)
ResponderEliminarY el contraste entre dos colores intensos (Amparo)
ResponderEliminarSí, el contraste entre colores primarios es bastante potente
EliminarClaro, esa combinación de los azules de las sillas y el rojo de la chaqueta y fachada… y luego está esa diagonal sutil que procura la división de los colores. Buena
ResponderEliminar¡Gracias!
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