¿Qué hace que una escena cotidiana (alguien que lee la carta en la puerta de un restaurante, por ejemplo) se convierta en algo atractivo para el fotógrafo? ¿Será el color?
Claro, esa combinación de los azules de las sillas y el rojo de la chaqueta y fachada… y luego está esa diagonal sutil que procura la división de los colores. Buena
Si uno se encuentra con una pared blanca en la que se refleja la potente luz de mediodía, cómo va a resistirse a convertir en silueta al hombre del teléfono.
La orilla del río es un buen lugar para esperar y encontrarse, para estar y mirarse. El fotógrafo no sabe lo que la corriente les trae, ni lo que la corriente se lleva; no sabe lo que el agua les dice, ni lo que el agua se calla. No sabe lo que miran, lo que sueñan… Simplemente se asomó, miró hacia abajo, le gustó la escena y disparó su cámara.
Será! Es que el rojo, además, no es cualquier color!
ResponderEliminarY tanto. Por eso siempre hay que perseguirlo cuando vas con una cámara en la mano.
ResponderEliminarNo lo dudes, muy chula (Amparo)
ResponderEliminarY el contraste entre dos colores intensos (Amparo)
ResponderEliminarSí, el contraste entre colores primarios es bastante potente
EliminarClaro, esa combinación de los azules de las sillas y el rojo de la chaqueta y fachada… y luego está esa diagonal sutil que procura la división de los colores. Buena
ResponderEliminar¡Gracias!
Eliminar