En un día cualquiera
Es un día cualquiera. Vas caminado, supongamos que de vuelta del
trabajo, y pasas por un escenario que te atrae, por ejemplo, por la simetría. Te
detienes, y aunque ya conozcas el lugar de sobra, lo observas detenidamente y
buscas un encuadre. Apenas lo has encontrado, decides que como mejor funcionará
esa imagen será en blanco y negro. Te construyes algo parecido a una imagen
mental, trasteas los ajustes de la cámara y simplemente esperas a que los
personajes aparezcan y ocupen su lugar.
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