No es mala idea comenzar un nuevo año contemplando el horizonte. Miremos, miremos a lo lejos, a ver si somos capaces de vislumbrar, en este año que hoy empieza, una realidad de justicia para las gentes y pueblos del mundo.
Si uno se encuentra con una pared blanca en la que se refleja la potente luz de mediodía, cómo va a resistirse a convertir en silueta al hombre del teléfono.
La orilla del río es un buen lugar para esperar y encontrarse, para estar y mirarse. El fotógrafo no sabe lo que la corriente les trae, ni lo que la corriente se lleva; no sabe lo que el agua les dice, ni lo que el agua se calla. No sabe lo que miran, lo que sueñan… Simplemente se asomó, miró hacia abajo, le gustó la escena y disparó su cámara.
¡Justicia y paz para los pueblos del mundo! Feliz Año.
ResponderEliminarQue buen deseo, me uno, claro, a por ello!... un abrazo grande y felices fotos ;-)
ResponderEliminarTambién me uno (Amparo)
ResponderEliminarRespuesta conjunta: Me reafirmo en mis deseos, pero no sé yo si vamos bien.
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