Adivina adivinanza. ¿En qué se parecen un espejo y una fotografía? En que los dos nos muestran una imagen de la realidad, pero ninguno la refleja exactamente como es.
Una verdad como un templo. Eso es lo que convierte a la fotografía en algo realmente inesperado para el espectador y es precisamente ese misterio en lo que hay que entrar cuando se mira una fotografía. Adivinar, intuir, imaginar lo que ha vio el fotógrafo cuando decidió apretar el disparador.
Si uno se encuentra con una pared blanca en la que se refleja la potente luz de mediodía, cómo va a resistirse a convertir en silueta al hombre del teléfono.
Dice Alex Webb, que cree en las fotografías que transmiten un cierto nivel de ambigüedad, que plantean preguntas en vez de dar respuestas. Yo, como no soy Alex Webb, digo simplemente, que me gusta la geometría.
La orilla del río es un buen lugar para esperar y encontrarse, para estar y mirarse. El fotógrafo no sabe lo que la corriente les trae, ni lo que la corriente se lleva; no sabe lo que el agua les dice, ni lo que el agua se calla. No sabe lo que miran, lo que sueñan… Simplemente se asomó, miró hacia abajo, le gustó la escena y disparó su cámara.
Una verdad como un templo. Eso es lo que convierte a la fotografía en algo realmente inesperado para el espectador y es precisamente ese misterio en lo que hay que entrar cuando se mira una fotografía. Adivinar, intuir, imaginar lo que ha vio el fotógrafo cuando decidió apretar el disparador.
ResponderEliminarRealidad frente a realidad fotográfica. Un abrazo.
EliminarFormamos partes y entre todas ellas, si se juntan adecuadamente, igual nos tropezamos con una grata sorpresa ;-) .... qué buena idea!
ResponderEliminarEstoy buscando a quien se le ocurrió hacer un espejo juntando espejitos pequeños, para darle las gracias.
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