¡Es el color!
Hace algún tiempo decubrí cuál es el papel del color en fotografía. Creo que fue algo insconciente. Después de haber visto muchas fotos de grandes fotógrafos y fotógrafas, de enriquecer tu mirada fotográfica, de repente algo se enciende en tu interior. Lo descubrí un día, observando alguna de esas célebres fotografías. Al mirar esa imagen de William Eggleston, en la que un Chevrolet verde está aparcado delante de un muro verde, me di cuenta que no eran el coche ni el muro, sino el verde. O esa otra, también de Eggleston, en la que aparece un techo rojo con una bombilla: me di cuenta que no eran el techo ni la bombilla, sino el rojo. O la foto de Helen Levitt, en la que un hombre vestido de azul mira con unos prismáticos sentado en un banco de color azul: claro, no es el hombre, sino el azul. Cuando comprendes que el color en fotografía puede ser el sujeto protagonista de una imagen, ya no miras los colores que te encuentras por la calle de la misma manera. Y si un día te encuentras con una fachada de cristal, en la que se refleja la torre de una iglesia sobre un azul intenso, por efecto de la luz, te detienes, casi rezando, para que por allí pase alguien con indumentaria roja.
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