A toda vela
A veces, desde las calles también se ve el mar. El mar. La mar... A veces parece mucho más que el mar. A veces es una alegoría, un horizonte por alcanzar, un puente que nos lleva más allá. Un mar también salado. Como las lágrimas. ¡Que hay quien lo mal quiere frontera o tumba! Naveguemos sobre él, a toda vela, para que nunca deje de ser símbolo y camino que nos traiga y nos acerque: a otras gentes, a otras tierras, a otras culturas.
¡Emocionante! Y la foto es preciosa. Casi casi sé donde la hiciste.
ResponderEliminarClaro. En Lisboa. Junto al monumento a los descubrimientos.
EliminarEl mar con todas sus interpretaciones personales según cada cual. Un espacio en el que dejarse ir para alcanzar puertos imaginados. Abrazo
ResponderEliminarBuen viaje y buen puerto. Gracias por el comentario, Luis.
ResponderEliminarComo postal no se le puede pedir más, y como metáfora, tampoco. Además el mar, siempre es algo muy agradable de observar (si es en directo, mejor) (Amparo)
ResponderEliminar👍
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